Aquí escribo,
al filo de la noche,
en este cuaderno de cristal
y humo,
para ahuyentar las sombras.


Con la ventana abierta,
por si viene el pájaro
del sueño.

AMB







martes, 18 de marzo de 2014

Kreisleriana



    «Los amigos aseguraban que la Naturaleza había intentado, en su organización, crear una nueva receta, pero el experimento había fracasado. A su ánimo superexcitable, a su ardorosa fantasía, inflamable hasta la destrucción, se había incorporado una insuficiente dosis de flema, con lo que se había roto el equilibrio que tan necesario es al artista para vivir en el mundo y componer para él las obras que éste, incluso en el más elevado sentido, necesita.
    »Sea como fuere..., Johannes era arrastrado por sus eternas apariciones y sueños de acá para allá como por un mar de incesante oleaje, y parecía buscar en vano el puerto que le habría de dar al fin la paz y la serenidad sin la cual el artista es incapaz de crear. Y así sucedía que ni siquiera sus amigos podían hacer que escribiera una composición o evitar que, cuando la había escrito, la dejase sin ejecutar. A veces, de noche, componía en estado de tremenda excitación... Iba a despertar al amigo que vivía al lado para tocarle lleno de entusiasmo lo que acababa de componer con increíble rapidez..., derramaba lágrimas de alegría por la obra lograda..., se alababa a sí mismo como el más feliz de los hombres, pero al día siguiente... la excelente composición estaba en el fuego.»

Ernst Theodor Amadeus Hoffmann

(Kreisleriana)

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    La figura imaginaria del compositor de música Johannes Kreisler era como el doble de Hoffmann, y sus historias, lógicamente, como un trasunto o un reflejo de la vida del propio Hoffmann. Una lectura que estoy disfrutando durante estas últimas noches, con luna o sin ella.
    Copio el texto anterior, porque lo que ahí se dice me recuerda intensamente al alma romántica, a sus venturas y dificultades, sus luces y sus sombras. Y hay muchas frases que, con otro lenguaje, serían aplicables a la cotidianidad de muchos artistas (o que intentan serlo) de hoy en día.
    Ese pájaro del sueño, que he mencionado en múltiples ocasiones, es un ave esquiva, difícil, salvaje y mágica, que no se deja conquistar fácilmente y que muchas veces se queda mirándonos en silencio desde su escondite... Esperando, quizá, que llegue el momento en que le guste alguno de nuestros gestos. Sólo entonces es cuando podemos verle y escuchar lo que tiene que decirnos.   

A. Martín Bardán
(18 de marzo, 2014)
       
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imagen: Moonlight in Gurzuf - Ivan Aivazovsky (1839)
               

2 comentarios:

  1. Hola Antonio. Me ha impresionado mucho la ruptura del equilibrio cuando echaba al fuego la obra que el día anterior le parecía excepcional.
    Hasta el momento no conocía al ave mágico. Quizás porque es demasiado exigente y no le gustan las medias tintas. Me alegra saber de su existencia; también que seas uno de los afortunados.:)
    Un abrazo y feliz semana!

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  2. Hola, Pilar.

    La verdad es que impresiona ese hecho desafortunado, pero era algo habitual en ciertos románticos. Y aún hoy se da en algunos artistas. Puede que sea por afán de perfeccionismo, pero me inclino más a pensar que aquellos románticos, después de la efervescencia de la creación y de alcanzar una cima que anhelaban, bajaban rápida y estrepitosamente hacia el abismo, desde el que eran ya incapaces de valorar su obra, que momentos antes consideraban excelente. Aquellas conciencias raras tenían demasiado alto su ideal, y eran duros jueces de sí mismos. Durante la creación se emocionaban y sentían intensamente que aquello era bueno, pero luego, ya fríos y sobrios, sólo veían en ello una pálida sombra de la obra deseada.
    En cuanto a mí..., sí, la verdad es que hay veces en que me considero afortunado, pero son muy pocas. No estoy en ese apasionado nivel de los antiguos románticos, ni mucho menos. Lo que es cierto es que el pájaro del sueño existe. Lo he visto...

    Siento no poder acercarme con asiduidad a tu Vocablo Mudo, pero no tengo internet en casa y sólo me conecto durante unos minutos en locales públicos, que suelen ser ruidosos, lo que no da lugar a leer tranquilamente, como se merece.

    Un abrazo, y que tengas una grata e interesante semana.

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