Mi relación con el conocimiento es muy particular. Soy de los que "saben" y luego, con demasiada facilidad, "olvidan"... Quiero decir que aquellas cosas que se supone sabía, dejo de saberlas tiempo después. No porque se me borren de la memoria, sino porque dejo de "sentirlas". Pierdo el contacto directo con ese saber, con esa verdad, y entonces es como si para mí dejara de existir, porque ya no interactúa con mi vida. Los sentidores somos así: poco racionales y muy poco prácticos.
Pero, afortunadamente, cuando menos lo espero, vuelven esos raros momentos que me gusta denominar "claridades", y entonces vuelve a mí el conocimiento perdido, en esa forma directa y sentida que te cambia la mirada.
Hoy, por ejemplo, he vuelto a saber lo siguiente: que es del todo contraproducente e insoportable estar siempre pendiente de las propias cuitas, de ese entramado personal de los problemas cotidianos. He vuelto a saber que la jaula es uno mismo. Que el laberinto y la telaraña que a veces nos detiene y aprisiona lo configura la propia mente.
Un exceso de atención, una fijación de la mirada hacia lo estrictamente personal, puede convertirse en obsesión y ensuciar nuestra visión, hasta el punto de que todo lo que vemos es un reflejo de nuestros conflictos internos. Lo cual nos da una imagen muy distorsionada de la realidad.
Y esta claridad, nueva y vieja, me lleva a una necesidad diferente, que tenía aparcada desde hace tiempo. Necesitamos desprendernos de ese mal vicio que deforma nuestra visión. Alejarnos de nosotros mismos nos dará una visión mucho más amplia, y sólo entonces veremos las salidas que antes, desde dentro de la propia jaula, no veíamos.
Abrir los brazos al aire nuevo de días nuevos, ensanchar nuestra mirada, cubrir otros horizontes, besar esos sueños que aún caminan cerca, invisibles para quien no sabe mirar, pero que están a nuestro lado, con pasos suaves y brillantes, con sus voces, sus sonrisas, su música, sobre las veredas que flanquean las horas de los días engañosamente vacíos.
Hay que salirse de uno mismo. Esa es la única manera de salir de la jaula. La vida, la madre vida, nos espera...
Antonio H Martín
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imagen: Amazing rocks - BIG (blog de imágenes gratuitas)
música: So Long Ago, So Clear (Vangelis & Jon Anderson)